martes, 4 de diciembre de 2012

Oye, ¿Y que tal está?


Qué bonito es que pasen de tu culo. Que te busquen para cualquier mierda que les preocupe a última hora, y tú como un buen pringau les ayudes. Gilipollas perdido te has vuelto.
Parece que no aprendes, que luego, esos favores nunca se devuelven. Aunque a ti te llegue la mierda por los tobillos, no te van a ayudar, y lo que es más grave, no tienes valor para pedirles ayuda.
¿Pero como me van a ayudar? Si no saben nada de mí. Para muchos soy transparente, siempre me preguntan por los demás, supongo porque en sus estúpidas mentes se preocupan, ¿Pero y yo? ¿Acaso yo no me preocupo? ¿Yo no puedo pasarlo mal? Se la traigo floja. Me encuentro de mierda hasta el cuello y ya no puedo ni levantar la mano para pedir ayuda. Las pocas personas que son capaces de comprenderme con la mirada no están, y tampoco quiero que estén, no quiero que me vean así porque sé que ellos también tienen sus propios pesos, y no quiero sumarles mi carga. No sé porque, pero en días como este te planteas si ya va siendo hora de dejar de ser el pringau, de mandarlos a todos a tomar porculo, y que reine la ley del mas hijoputa. De eso, o de irme yo a tomar porculo, y convertirlos a todos en unos hijosputas.

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