Sin mascara, sin escudo, sin burbuja.
Hacia mucho que no me sentia así. Frío, vacío, vulnerable, expuesto... Igual de gris e igual de oscuro, pero digamos que desenmascarado. Duele el contacto de la piel con la luz de las estrellas nocturnas. Será por eso que se me humedecen las mejillas como hacia tiempo que no lo hacian.
No se si me estoy quitando un peso de encima o estoy firmando mi sentencia de muerte, pero se que aqui algo va a cambiar. Voy a ser yo y va a ser mi entorno. Se que no te vere igual, ni tu a mi ahora que me he expuesto totalmente.
Aun y asi, rezo para que sin mi mascara, el sol del dia de mañana no me fulmine a cenizas de un tiempo en el pasado.
Leave a Reply